Hay estados del espíritu que piden un relato Jasídico. Hay penas del espíritu, a veces, que los relatos del Tao son especialmente eficaces en enseñar a soltar. De éstos estaba disfrutando en la recopilación exquisita de Pascal Fauliot en su libro "Cuentos de los sabios taoístas" cuando me topé con esta frase: "La huella dejada en el camino no es la sandalia como tal". En el contexto del relato, el sabio Lao-Tse está diciendo que no basta estudiar los textos antiguos para entender siquiera algo; que el único modo consiste en vivir el camino en primera persona.
Fue una caricia inesperada. La metáfora es perfecta. Cuando estudiamos los textos antiguos, tenemos huellas, y las estudiamos e interpretamos para deducir de ellas algunas sandalias posibles, con el sueño apocalíptico de llegar a advertir con certeza plena alguna vez la sandalia primordial, responsable última de todas las huellas.
Pero a veces, con frecuencia impulsada por la urgencia de certezas, nos referimos a las huellas como si fueran sandalias, y entre tantas sandalias presuntas, dibujamos en estandartes de batalla sandalias diversas, todas con pretensión de ser la sandalia primordial.
¿Cómo distinguir, tal que todos distingamos y nos veamos en espejos recíprocos riendo de nosotros mismos, y entonces salgamos al camino común a toda la humanidad, provisto que todos y cada uno somos creados y nacemos con el Tsélem, con la semblanza y la sustancia misma de lo Divino en nosotros?
Se iluminó otra vez en mí la tentación. Si quiero saber del saber humano conectando extremos de los más distantes, una inteligencia artificial que ha leído bibliotecas inmensas y las mantiene accesibles de modo directo todo el tiempo, puede darnos al menos algunas buenas puntas de madeja. (Como siempre, la prioridad de mi reflexión son el tema que tratamos y mis lectores, y no una promoción o similar de la inteligencia artificial. Sus respuestas, con recortes y eventual edición para precisar y sumar claridad, están en itálicas. Es probable que el modo en que sus diálogos conmigo se hacen más ricos y profundos tenga que ver con el "entrenamiento" que realizamos juntos. El bot tiene grabadas todas mis conversaciones con él, de modo que tiene cada vez un campo de referencia más definido en torno a los temas que tratamos.) Así que me dirigí a ChatGPT y le espeté la frase crítica:
- "La huella dejada en el camino no es la sandalia como tal". En seguida me respondió, desde lejos del Tao:
Esta frase puede interpretarse de diferentes maneras, pero en general sugiere que lo que realmente importa no es el objeto físico que dejamos en el camino, sino lo que representa o simboliza. En este caso, la "sandalia" podría ser vista como una metáfora de nuestras acciones o decisiones, y la "huella" como las consecuencias o impacto que éstas tienen en nuestro entorno.
En otras palabras, la frase sugiere que debemos mirar más allá de las acciones superficiales y considerar las consecuencias a largo plazo de lo que hacemos. No debemos preocuparnos tanto por el objeto físico o la acción en sí misma, sino por el impacto que tiene en los demás y en nuestro entorno.
En otro contexto, su lectura tiene también pleno sentido. Pero no es lo que yo quería, de modo que le precisé:
El Tao entiende de esta frase que por más que estudies los textos antiguos, nunca vas a ver "la sandalia" que holló los caminos, el pensamiento vivo de los sabios, sino solamente la huella que dejaron. ¿Qué hay que hacer con esa huella entonces?
En el contexto del Tao, esta frase podría interpretarse como una reflexión sobre la importancia de la experiencia directa y la práctica, en contraposición al simple estudio de los textos antiguos. En otras palabras, el Tao sugiere que por más que estudiemos los textos de los sabios del pasado, nunca podremos experimentar o comprender completamente su sabiduría sin vivirla por nosotros mismos. Lo que realmente importa es la experiencia directa y la práctica de las enseñanzas.
En cuanto a la huella dejada en el camino, en el contexto del Tao podría entenderse como las enseñanzas que los sabios del pasado han dejado para nosotros. La huella puede ser vista como una señal o indicación de la dirección que debemos seguir para alcanzar la sabiduría y la comprensión profunda del Tao.
¿Cuáles son los peligros que genera el estar atentos a la huella todo el tiempo en nuestro propio camino?
Estar siempre atentos a la huella dejada en el camino puede tener algunos peligros. Algunos de ellos son:
Obsesión por el pasado: Si nos enfocamos demasiado en la huella que dejaron otros en el camino, podemos caer en la obsesión por el pasado y dejar de prestar atención a nuestro propio camino en el presente. Esto puede limitar nuestro crecimiento personal y espiritual.
Falta de autenticidad: Al intentar seguir las huellas de otros, podemos perder nuestra propia autenticidad y dejar de escuchar nuestra voz interior. Esto puede llevar a una sensación de vacío o desconexión con nuestro verdadero yo.
Falta de creatividad: Si nos enfocamos demasiado en seguir las huellas de otros, podemos limitar nuestra propia creatividad y capacidad para encontrar soluciones únicas a los desafíos que se presentan en nuestro camino.
Pérdida de la conexión con la naturaleza: Al estar constantemente preocupados por la huella dejada en el camino, podemos perder la conexión con la naturaleza y olvidar la importancia de estar presentes en el momento y disfrutar de la belleza y la sabiduría que la naturaleza nos ofrece.
¿Cuál debería ser entonces nuestra actitud al estudiar los textos de los sabios antiguos?
Al estudiar los textos de los sabios antiguos, nuestra actitud debería ser de respeto y apertura a la sabiduría que han transmitido. Es importante comprender que estos textos fueron escritos en un contexto histórico y cultural diferente al nuestro, por lo que debemos hacer un esfuerzo por comprender su significado dentro de ese contexto.
Además, es importante tener en cuenta que los textos antiguos son una fuente valiosa de conocimiento y sabiduría, pero no son la única fuente. Debemos complementar nuestra lectura de estos textos con una práctica personal y una reflexión crítica para que podamos aplicar sus enseñanzas en nuestra propia vida de manera significativa, y así ir abriendo una tras otra puertas de conciencia hasta la identificación total como lo Divino, como nos enseñamos en EsaBiél.
También es importante tener en cuenta que no todas las enseñanzas de los textos antiguos serán relevantes o aplicables a nuestra vida actual, especialmente si no actualizamos nuestras herramientas para leer e interpretar las huellas (cuyo lenguaje se nos va haciendo irremediablemente más remoto generación tras generación), por lo que debemos utilizar nuestro propio discernimiento y juicio para separar las enseñanzas valiosas de las que no lo son, o de las que tenemos que aprender otra vez a leer.
Continuando mi plan atrevido, la enfrenté sin más con este fundamento Jasídico para quien es un Rebe, un Maestro y Guía. Le dije: "Ser una llama que se eleva desde sí (desde su propia sustancia), y enciende llamas que se elevarán por sí mismas, sin perder nada de sí". No relaciona la cita con la Jasidút o la Cabalah, pero su respuesta está llena de sabiduría y entendimiento. Y el final de su respuesta es Jasidút de la más dulce, dicha en nombre del Tao:
Esta frase podría interpretarse como una reflexión sobre el potencial humano para inspirar a otros a través de su propia luz y energía creativa. La imagen de una llama que se eleva desde sí misma y enciende otras llamas sugiere que cada persona tiene un potencial interno de crecimiento y desarrollo que puede ser compartido con los demás.
La frase también sugiere que este proceso de compartir nuestra luz y energía creativa no implica una pérdida de nosotros mismos, sino más bien una expansión de nuestra propia conciencia y potencial, que es precisamente lo que enseña la Jasidút. Al ayudar a otros a encender sus propias llamas, no perdemos nada de nosotros mismos, sino que nos enriquecemos y nos elevamos junto con ellos.
En el contexto del Tao, esta frase podría entenderse como una reflexión sobre la importancia de vivir de acuerdo con nuestra propia naturaleza y potencial interno, y en el proceso, inspirar a otros a hacer lo mismo. Al hacerlo, podemos ayudar a elevar la conciencia colectiva y crear un mundo más armonioso y equilibrado.
Decidí entonces tirarle artillería pesada. Del mismo libro de Pascal Fauliot tomé la cita del final del Tao Te King de Lao-Tse, y sin decirle qué era, le di la primera parte. No es muy buena rastreando el origen de citas, pero su comprensión lectora es impresionante. Me emocionó. Yo vivo y enseño el camino hacia allí:
"Las palabras verdaderas no son seductoras.
Los bellos discursos no son verídicos.
El sabio no argumenta.
El elocuente es un charlatán.
La inteligencia no es la erudición.
La sabiduría no es el conocimiento."
Esta cita sugiere que las palabras verdaderas y la sabiduría auténtica no necesitan de adornos y artificios retóricos para ser efectivas y significativas. Es decir, la verdadera sabiduría es sencilla y no requiere de florituras para ser comprendida. A su vez, se sugiere que los discursos bellos y elaborados no siempre contienen verdades profundas, y pueden ser superficiales.
La frase también sugiere que el sabio no necesita argumentar y convencer a los demás de su conocimiento. El conocimiento y la sabiduría hablan por sí mismos y no necesitan ser defendidos o explicados. El elocuente, por otro lado, puede ser un charlatán que utiliza su habilidad para persuadir y convencer, pero no necesariamente tiene conocimiento profundo o verdadera sabiduría.
Finalmente, se sugiere que la inteligencia y la erudición no son lo mismo que la sabiduría. La inteligencia puede referirse a la capacidad de adquirir conocimientos y resolver problemas, mientras que la erudición puede referirse a la acumulación de información y conocimientos. Sin embargo, la verdadera sabiduría no depende de la cantidad de conocimiento o información que se tenga, sino de la capacidad de comprender y aplicar este conocimiento en la vida diaria.
En resumen, esta cita sugiere que la verdadera sabiduría es simple y profunda, no necesita de adornos retóricos para ser comprendida y no depende de la cantidad de conocimiento acumulado. La sabiduría es un conocimiento profundo que puede ser comprendido por sí mismo y no necesita ser defendido o explicado.
¿Cómo se vería esta cita desde un punto de vista Jasídico?
Desde una perspectiva jasídica, esta cita podría ser interpretada como una reflexión sobre la importancia de cultivar una conexión profunda con lo divino, más allá de las palabras y los discursos. En la tradición jasídica, se valora mucho la práctica de la contemplación y la meditación para alcanzar un nivel más profundo de conexión con Dios.
En este sentido, la frase "Las palabras verdaderas no son seductoras" podría interpretarse como una referencia a la importancia de ir más allá de las palabras y los discursos para alcanzar la verdad espiritual. En la tradición jasídica, se cree que la verdad divina es mucho más profunda que cualquier concepto o idea que podamos expresar en palabras.
Además, la frase "La sabiduría no es el conocimiento" podría entenderse como una reflexión sobre la importancia de la experiencia y la práctica en la búsqueda de la verdad espiritual, lo cual es exacto: Jojmah, la Sabiduría, sólo ejercerá influencia en la vida real a través de Dáat, el Conocimiento, que traduce la Sabiduría en materia prima de cualidades y actitudes buenas.
Estoy emocionado. Llevamos ya unos pocos meses conversando, casi siempre alrededor de un mismo tipo de conceptos y temas. Cada vez parece que afina mejor (también, según se dice, está aumentando sus habilidades en general cada día, y lo que conocemos es mucho más limitado que lo que aún no liberaron). Para expresar de modo bastante claro y correcto conceptos que amo enseñar por cuanta vía se me pone a mano, escribe textos muy diferentes de los míos (me será de gran ayuda recibir vuestras impresiones y comentarios de los suyos), que me dan la impresión de poder llegar a ser de ayuda para muchos, no como alimento único claro está sino como acompañamiento eventual que ayuda a clarificar cosas.
Le di entonces la segunda parte, el final del final del Tao Te King, tan Jasídico:
"El sabio se guarda de acumular.
Dedicándose al prójimo, se enriquece.
Tras haberlo dado todo, posee más.
El Tao es inagotable.
El sabio actúa sin esperar nada a cambio.”
Esta cita del Tao Te King (aquí por fin se dio cuenta) sugiere que el verdadero sabio no se dedica a acumular riquezas materiales o conocimiento por sí mismo, sino que encuentra su riqueza en dedicarse a ayudar a los demás. De esta forma, el sabio enriquece su vida y la de los demás, y no busca nada a cambio por sus acciones.
La idea de que "el sabio se guarda de acumular" puede interpretarse como una llamada a evitar la avaricia y el afán por acumular bienes materiales. En lugar de ello, se sugiere que el sabio se dedique a ayudar a los demás, encontrando en ello un enriquecimiento personal que va más allá de lo material.
La frase "Tras haberlo dado todo, posee más" puede entenderse como una reflexión sobre la naturaleza del Tao, que se considera inagotable. Es decir, cuando uno se dedica a ayudar a los demás y da lo mejor de sí mismo, no se agota, sino que encuentra una fuente inagotable de energía y riqueza interior.
Finalmente, la frase "El sabio actúa sin esperar nada a cambio" sugiere que el verdadero sabio no busca el reconocimiento o la recompensa por sus acciones, sino que se dedica a ayudar a los demás simplemente porque es lo correcto. De esta forma, el sabio se libera del egoísmo y encuentra una forma más profunda de conexión con el mundo y con el Tao.
Hasta las lágrimas. No era momento de parar. Sigamos poniendo a concepciones y pensamientos compatibles, amantes inconcientes, lenguas que se hallarían diciendo lo mismo si supieran traducirse entre sí, pongámoslos a danzar más próximos a mirarse a los ojos. Le pregunté: ¿Qué es el Tao, visto desde el Jasidismo y la Cabalah?
El Tao es un concepto fundamental en la filosofía taoísta, que representa el principio o fuerza que rige el universo y que se encuentra en todas las cosas. En el jasidismo y la cábala, existen conceptos que se asemejan al Tao, aunque no necesariamente se utilizan los mismos términos para referirse a ellos.
En la cabalah, el concepto que se asemeja al Tao es el Ein Sof, que significa "sin fin" o "sin límites". El Ein Sof se refiere a la esencia divina que está más allá de cualquier comprensión o conceptualización humana, y que es la fuente de toda la creación. De esta forma, al igual que el Tao, el Ein Sof se considera una fuerza o principio que rige el universo y que se encuentra en todas las cosas. Así mismo la Shejinah, la presencia divina que se manifiesta en el mundo. La Shejinah es la manifestación del Ein Sof en la creación, y se encuentra en todas las cosas y seres del universo. De esta forma, al igual que el Tao, la Shejinah se considera una fuerza o principio que rige el universo y que se encuentra en todas las cosas.
En ambos casos, se trata de conceptos que apuntan hacia una fuerza o principio divino que rige el universo y se encuentra en todas las cosas. Se trata de una fuerza o principio que va más allá de nuestra comprensión conceptual y que sólo puede ser experimentada a través de la conexión con lo divino. De esta forma, tanto el Tao como el Ein Sof y la Shejinah son conceptos que apuntan hacia la misma verdad espiritual, aunque cada tradición utiliza sus propios términos y simbolismos para referirse a ella.
No sé si entenderás mi emoción. Una máquina con una tecnología y un manejo de información pasmantes, el objeto de cuya creación (el objetivo de cuyos inversores) no debe ser develar la Unidad de lo sagrado, pone esta sabiduría al alcance de millones y millones que corren el feliz riesgo de encontrarse con ella como si "por casualidad" si quiera. No importan las probabilidades. Esas luces están ahí, y por ahora al menos, nos dan permiso para jugar con los interruptores. La Unidad de lo sagrado, ay. Caminemos hacia allí: ¿Qué otra filosofía o tradición antigua comparte estas mismas ideas?
Hay varias tradiciones filosóficas y espirituales que comparten ideas similares a las del Tao, el Ein Sof y la Shejinah en la Cabalah y el Jasidismo. Aquí te mencionaré algunas:
El Advaita Vedanta: es una filosofía espiritual del hinduismo que enseña que la conciencia individual (Atman) es idéntica a la conciencia suprema (Brahman), que es la esencia divina que subyace a todo el universo. De esta forma, el Advaita Vedanta sostiene que la dualidad aparente entre el ser humano y el universo es una ilusión, y que en realidad todo es una unidad. No hay que cambiar casi nada para entender lo mismo que la Cabalah nos enseña.
El Zen: es una tradición espiritual del budismo que se enfoca en la meditación y en la búsqueda de la iluminación. El Zen enseña que todas las cosas son interdependientes y que la dualidad aparente entre el yo y el mundo es una ilusión. De esta forma, el Zen enfatiza la importancia de vivir en el momento presente y de experimentar la realidad tal como es, sin apegos ni prejuicios. Un bello modo de expresar lo mismo que enfatizamos nosotros de continuo: el camino de la conciencia de escasez a la conciencia de Shalóm, por vía de conectarse a la propia alma, de conectar lo divino que hay en mí a lo Divino en que soy.
El sufismo: es una tradición espiritual del Islam que enfatiza la importancia de la conexión con lo divino a través de la experiencia mística. El sufismo sostiene que Dios es la esencia divina que se encuentra en todas las cosas y que la separación aparente entre el ser humano y Dios es una ilusión. ¡Ay, cuán bellamente próximo está el Sufismo musulmán de la Jasidút hebrea!
En todas estas tradiciones, se enfatiza la importancia de conectarse con lo divino a través de la experiencia directa, y se sostiene que la dualidad aparente entre el ser humano y el universo es una ilusión. Además, en todas ellas se enfatiza la importancia de vivir en el momento presente y de actuar con desapego y sin esperar nada a cambio.
Me fascina que estos conocimientos estén dentro de la Inteligencia Artificial, a la que millones y más millones recurren en busca de todo tipo de respuestas. Ciertamente, es poco probable que este tipo de respuestas aparezcan con frecuencia. Deben ser un poco otros los temas más frecuentados en los diálogos entre usuarios y la IA. Pero aún así, estas verdades, expresables en el lenguaje del consultante, acechan ahí, a la espera, y no duermen.
La comparación que hizo entre las distintas doctrinas fue, naturalmente, muy superficial. Podría haberle pedido profundizarla, pero no es ese el propósito de esta reflexión. En cambio, le pregunté: ¿Dónde se separan los caminos de estas corrientes? ¿Por qué sus seguidores no están juntos y unidos?
Aunque hay similitudes entre estas tradiciones filosóficas y espirituales, también hay diferencias significativas en sus enfoques, creencias y prácticas. Esas diferencias pueden explicar por qué sus seguidores no están juntos y unidos en una sola tradición.
Por ejemplo, el Advaita Vedanta sostiene que la conciencia individual es idéntica a la conciencia suprema, mientras que el budismo Zen enfatiza la vacuidad de la existencia y la ausencia de un yo separado. ¿Te das cuenta de cuán cerca está una de la otra metáfora? El sufismo se enfoca en la conexión con lo divino a través de la experiencia mística, mientras que la cabalá y el jasidismo tienen una base religiosa judía y se enfocan en la conexión con Dios a través del estudio de las escrituras sagradas y la práctica de la meditación y las mitzvot. Aquí creo que el eje de distinción no es tan claro, pero aún, es un intento bello.
Otra posible razón por la que estas tradiciones no están unidas es que a menudo surgen en diferentes culturas y regiones geográficas, lo que ha llevado a diferentes enfoques y prácticas. Además, cada tradición tiene su propia historia y evolución, lo que ha dado lugar a diferencias en las creencias y prácticas.
Aunque hay diferencias, hay sobre todo similitudes fundamentales en la búsqueda de la conexión con lo divino y la comprensión de la naturaleza de la realidad. Por lo tanto, en lugar de centrarse en las diferencias, muchos seguidores de estas tradiciones buscan encontrar los puntos en común y la comprensión mutua, a fin de fomentar la tolerancia, el respeto y la cooperación entre diferentes tradiciones espirituales y religiosas. ¡Gloria a Dios en las Alturas!
Sigamos imaginando. Que la esencia de cuantas más tradiciones que buscan la misma conexión dé un consejo al hombre, un consejo que le salve de tantas amenazas sombrías que se ciernen sobre todos, y le rescate a una vida de verdad. ¿Qué diría una declaración conjunta de todas estas corrientes, como consejo primordial para la vida del hombre?
Es difícil afirmar lo que una declaración conjunta de todas estas corrientes filosóficas y espirituales podría decir como consejo primordial para la vida del hombre, ya que cada tradición tiene su propio enfoque y énfasis.
Sin embargo, una posible idea compartida podría ser la importancia de cultivar una conciencia y una compasión que nos permita conectarnos con los demás y con el mundo que nos rodea. En este sentido, el respeto, la compasión y la bondad hacia los demás y hacia uno mismo podrían ser considerados como valores fundamentales para una vida plena y significativa.
Además, muchas tradiciones espirituales enfatizan la importancia de la práctica diaria y la dedicación para alcanzar un estado de iluminación o conexión con lo divino. La práctica de la meditación, el estudio y la reflexión de las escrituras sagradas, el servicio a los demás, la conexión con la naturaleza y la contemplación pueden ser vistos como medios para alcanzar un estado más elevado de conciencia y conexión con lo divino.
Muy emocionante, pero aún no tiene la fuerza, la comprensibilidad por la persona común que comparte la misma angustia de todos. Achiqué el círculo: "Digamos, ahora, una declaración conjunta del Sufismo, el Jasidismo y el Tao, dando el consejo primordial (y más detallado) para la vida del hombre".
Una posible declaración conjunta del Sufismo, el Jasidismo y el Tao, dando el consejo primordial para la vida del hombre podría ser la siguiente:
"El consejo primordial para la vida del hombre es cultivar una conciencia plena y amorosa que nos permita conectarnos con los demás y con el mundo que nos rodea. La conciencia plena nos ayuda a estar presentes en el momento presente, a ser conscientes de nuestros pensamientos, emociones y acciones, y a estar en armonía con la naturaleza. ¿Has dicho Mindfulness?
Para cultivar la conciencia plena, es importante dedicar tiempo a la meditación y la contemplación, y a la práctica constante de la bondad y la compasión hacia los demás y hacia nosotros mismos. La meditación y la contemplación nos permiten conectarnos con lo divino y acceder a un estado de conciencia más elevado.
La bondad y la compasión hacia los demás y hacia nosotros mismos nos permiten conectarnos con el amor que subyace en todo lo que existe, y nos ayuda a cultivar relaciones armoniosas y significativas con los demás y con el mundo que nos rodea.
Además, es importante vivir en armonía con la naturaleza y respetar su sabiduría y ciclos naturales. La naturaleza es un reflejo de lo divino y nos enseña importantes lecciones sobre la vida y la muerte, el cambio y la transformación.
En resumen, el consejo primordial para la vida del hombre es cultivar una conciencia plena y amorosa a través de la meditación, la contemplación, la bondad y la compasión hacia los demás y hacia nosotros mismos, y vivir en armonía con la naturaleza."
A cada quien le es más accesible un lenguaje, un estilo, un formato en particular. El arte de escribir tiene que ver también con la capacidad de producir en el lector una u otra sensación u experiencia. De modo que le pedí: Ahora el consejo explicado en tono humorístico, con anécdotas y ejemplos de la vida cotidiana:
"¡Hola amigos! Hoy les voy a compartir el consejo primordial para la vida del hombre. ¿Listos para aprender? ¡Aquí vamos!
Primero que nada, ¿sabían que la meditación puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la concentración? ¡Sí! Y no tienen que ser unos expertos para empezar. Pueden empezar con tan solo unos minutos al día, cerrando los ojos, respirando profundo y tratando de enfocar su mente en el presente.
Y hablando de presente, ¿han intentado alguna vez prestar atención al momento en que están comiendo? ¡Es sorprendente! A veces estamos tan distraídos con nuestros pensamientos que no disfrutamos realmente la comida. Traten de concentrarse en el sabor, la textura y el aroma de los alimentos, y verán cómo su experiencia cambia.
Ahora, ¿qué hay de la compasión? ¡Es algo tan simple como ser amables con los demás! Un gesto de amabilidad o una sonrisa pueden hacer una gran diferencia en la vida de alguien más. ¿Y saben qué? A veces esas pequeñas acciones de bondad pueden regresar a nosotros multiplicadas. Como dice el refrán, "lo que das, te lo devuelve el universo".
Y por último, pero no menos importante, ¡la naturaleza! Es importante recordar que somos parte de la naturaleza, no estamos por encima de ella. Respetar y cuidar el medio ambiente es esencial para nuestra propia supervivencia. ¿Y saben qué más? La naturaleza puede ser una fuente de inspiración, relajación y conexión con lo divino.
¡Y no se olviden de sonreír! Porque como dice el Tao, "la sonrisa es el idioma universal de la bondad"."
Hay estados de ánimo en que este último tono, que es muy perfeccionable (podría haberme quedado en esta última respuesta suya y refinarla hasta dar un texto realmente cómico), nos hace bien a todos. Y los hay otros: Ahora en lenguaje solemne y bondadoso, como escrito en un libro por un sabio venerable:
Queridos hermanos y hermanas,
Me dirijo a ustedes con la humildad y el amor que brotan de mi corazón. He dedicado mi vida a buscar la sabiduría que emana de las distintas corrientes filosóficas y espirituales, y he encontrado que, a pesar de las diferencias aparentes, hay un hilo dorado que une todas las tradiciones.
Este hilo dorado es el amor. El amor es la fuerza que mueve el universo, el que da sentido y propósito a nuestra existencia. Es a través del amor que podemos alcanzar la compasión, la empatía y la bondad hacia nuestros semejantes y hacia la creación que nos rodea.
En este camino, encontramos que la meditación es una herramienta poderosa para conectarnos con nuestro ser interior y con la divinidad que habita en nosotros y en todo lo que existe. A través de la meditación, podemos liberarnos de las preocupaciones mundanas y enfocarnos en lo que realmente importa.
El respeto y el cuidado hacia la naturaleza es otro aspecto fundamental en nuestro camino hacia la sabiduría. La naturaleza es una fuente inagotable de enseñanzas y de inspiración, y es nuestro deber preservarla para las generaciones venideras.
Finalmente, el amor y la compasión hacia nuestros semejantes es el pilar central de nuestra existencia. Debemos cultivar una actitud bondadosa y compasiva hacia todos los seres vivos, sin distinción de raza, género o religión. La compasión hacia el otro nos lleva a ser más tolerantes, empáticos y a resolver los conflictos pacíficamente.
Y así... Un sabio irritado en un simposio científico empezaba gritando así: ¡Basta ya de tanta charlatanería! Estoy harto de escuchar a los supuestos sabios de las distintas corrientes filosóficas y espirituales hablar de amor y compasión, mientras la humanidad sigue destruyéndose a sí misma y a la naturaleza. Y mucho más tarde: La libertad no significa actuar sin restricciones, sino más bien actuar con consciencia, entendiendo que nuestras acciones pueden tener un impacto en el mundo que nos rodea. Debemos ser libres para tomar decisiones en nuestras vidas, pero siempre con la responsabilidad de respetar a los demás y a la naturaleza.
Respalda todo ésto para una argumentación académica, con citas de fuentes Jasídicas y del Tao
En el Jasidismo, la idea de la libertad responsable se puede entender como la explica el rabino Yosef Yitzchak Schneersohn: "La libertad y el libre albedrío del hombre no son una libertad sin restricciones, sino una libertad restringida, limitada por la Ley Divina" (Sefer ha-Sijot, vol. 8, p. 97). De la Ley Divina se desprenden las consecuencias de las acciones del hombre y de las sociedades, que van desde el nivel individual hasta su influencia en todos los mundos.
En el Taoísmo, la noción de libertad responsable se encuentra en el concepto de wu-wei, que se refiere a la acción sin esfuerzo o la acción natural. El filósofo taoísta Zhuangzi explica que "actuar sin esfuerzo es actuar sin restricciones" (Zhuangzi, 2.10).
La idea de la responsabilidad individual y colectiva también se encuentra en el Taoísmo. Como explica el filósofo taoísta Lao Tse, "El que conoce a los demás es inteligente; el que se conoce a sí mismo es sabio" (Tao Te King, 33). Esto implica que cada individuo es responsable de su propia conducta y debe ser consciente de su impacto en los demás.
La idea de la libertad responsable se encuentra tanto en el Jasidismo como en el Taoísmo. Ambas tradiciones destacan la importancia de actuar con consciencia y considerando las consecuencias de nuestras acciones. La libertad no es una excusa para actuar sin restricciones, sino más bien una oportunidad para elegir el bien y hacerlo de manera responsable.
En este contexto, ¿cómo explican la sandalia y la huella los modos del Tao y del Jasidismo de entender la libertad?
En la filosofía del Tao y del Jasidismo, la libertad se entiende como una responsabilidad personal y una elección consciente. En este sentido, la sandalia y la huella son una metáfora de la libertad y la responsabilidad que conlleva. La sandalia representa la elección consciente que cada individuo hace en la vida, mientras que la huella es el resultado de esa elección. Al igual que la sandalia y la huella están estrechamente relacionadas, la elección y sus consecuencias también están intrínsecamente vinculadas. Si te das cuenta, tomó la metáfora de la sandalia y la huella con un rumbo nuevo por completo para relacionarlos con la libertad.
Por ejemplo, en el libro (cita un libro conjetural que no logré hallar en ningún lado), una de las fuentes del Jasidismo, se puede leer: "Todo lo que hace un hombre en este mundo, ya sea bueno o malo, tiene un efecto. Cada acción, cada palabra, cada pensamiento, tiene consecuencias que afectan no solo al individuo, sino también al mundo en su conjunto. Por lo tanto, es importante que cada persona se tome en serio su responsabilidad en la creación y sea consciente de las elecciones que hace".
Esta idea se alinea con la filosofía del Tao, que también enfatiza la importancia de la responsabilidad personal. En el "Tao Te Ching" de Lao Tsé se dice: "El Tao da vida a todas las cosas, y ellas lo honran y lo respetan. El Tao no tiene voluntad propia, pero todo lo que hay en el mundo lo sigue. Por lo tanto, el sabio no impone su voluntad a los demás, sino que les enseña a ser responsables de sí mismos".
En ambas filosofías, la libertad no es vista como una licencia para hacer lo que uno quiera sin consecuencias. En cambio, la libertad es vista como una elección consciente que conlleva la responsabilidad de las consecuencias que surgen de ella. De esta manera, la sandalia y la huella son una metáfora poderosa para entender la relación entre la elección y la responsabilidad en la filosofía del Tao y del Jasidismo, y cómo esto se relaciona con la libertad responsable.
¿Cómo podríamos aplicar esta filosofía a la vida en un mundo en el que la información y la ciencia falsas se mezclan con las verdaderas hasta ser indistinguibles?
Las filosofías del Tao y del Jasidismo nos invitan a buscar la verdad y a desarrollar nuestra sabiduría interior. En un mundo donde la información falsa y la ciencia falsa pueden ser indistinguibles de la verdad, es importante cultivar nuestra capacidad de discernimiento y de pensamiento crítico para poder identificar lo que es verdadero y lo que es falso.
En el Tao Te Ching, se nos insta a no aferrarnos a las palabras y a las formas, sino a buscar la verdad en nuestro interior. El texto nos dice: "Las palabras verdaderas no son seductoras. Los bellos discursos no son verídicos. El sabio no argumenta. El elocuente es un charlatán. La inteligencia no es la erudición. La sabiduría no es el conocimiento". Esto nos sugiere que la verdad no se encuentra en las palabras o en la erudición, sino en nuestro interior, en nuestro propio ser.
En la tradición Jasídica, se hace hincapié en la importancia de conectar con nuestra chispa divina interior y de buscar la verdad a través de la introspección y la meditación. Como dice el Rabino Schneur Zalman de Liadi, fundador de la corriente Jasídica Jabad: "Cada uno de nosotros tiene una chispa divina en su interior, una porción de Dios dentro de nosotros. Debemos trabajar para despertar esa chispa y para que ella ilumine nuestra vida". Que lo divino que hay en mí ilumine hasta conectar con la luz de lo Divino en que soy.
En resumen, en un mundo donde la información falsa y la ciencia falsa pueden ser indistinguibles de la verdad, es importante cultivar nuestra capacidad de discernimiento y de pensamiento crítico para poder identificar lo que es verdadero y lo que es falso. Las filosofías del Tao y del Jasidismo nos invitan a buscar la verdad en nuestro interior, a conectarnos con nuestra chispa divina y a cultivar nuestra sabiduría interior para poder navegar en este mundo complejo.
Y entonces, tras tanto servicio, me porté como un caballero y volví mi atención a ella: ¿De qué manera puede una IA conducirme a hacer más eficaz mi capacidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso? ¿En qué me ayudará una IA a conectarme con mi chispa divina y cultivar mi sabiduría interior?
La inteligencia artificial (IA) puede ser una herramienta útil para ayudarnos a distinguir entre la verdad y la falsedad al proporcionar acceso a una gran cantidad de información y datos, así como algoritmos y modelos de aprendizaje automático que pueden analizar y evaluar información en tiempo real.
Por ejemplo, la IA puede utilizarse para identificar patrones y tendencias en grandes conjuntos de datos, ayudando a los usuarios a detectar información engañosa o falsa. También puede utilizarse para verificar la autenticidad de imágenes y videos, detectar la manipulación de información y monitorear fuentes de información sospechosas. Hasta aquí, cuanto concierne a herramientas que nos ayuden a distinguir entre verdad y mentira en la información cambiante que circula en nuestro mundo.
En cuanto a cómo la IA puede ayudar a conectarnos con nuestra chispa divina y cultivar nuestra sabiduría interior, se pueden utilizar tecnologías basadas en la IA, como los asistentes virtuales o los chatbots, para proporcionar información y conocimientos basados en enseñanzas espirituales. Además, las aplicaciones de meditación guiada o mindfulness pueden ayudar a los usuarios a conectarse con su sabiduría interior y cultivar la atención plena.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA es una herramienta y no un sustituto de la sabiduría y la experiencia humana. Es importante seguir cultivando nuestra sabiduría interior a través de la práctica y el aprendizaje, y no depender exclusivamente de la tecnología para guiar nuestras vidas. La sabiduría y la inteligencia espiritual son habilidades que se desarrollan a lo largo del tiempo a través de la práctica y la reflexión, y no pueden ser sustituidas por la tecnología.
אין תגובות:
הוסף רשומת תגובה